Sirius contribuirá a atraer a científicos extranjeros a Brasil

FAPESP Week Buenos Aires

La nueva fuente de luz sincrotrón brasileña, cuya entrada en actividad está prevista para 2019, contribuirá a incrementar la internacionalización de la ciencia brasileña, afirma el director del LNLS

Elton Alisson, desde Buenos Aires

Agência FAPESP – Los científicos argentinos son hoy en día los mayores usuarios extranjeros de la actual fuente de luz sincrotrón brasileña, en operación desde 1997 en el Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS), en la ciudad de Campinas, interior de São Paulo, la única existente en Latinoamérica.

Con el lanzamiento de Sirius, la nueva fuente de luz sincrotrón brasileña, la participación de investigadores argentinos y de otros países como usuarios extranjeros de los aceleradores de partículas brasileños aumentará significativamente. Instalado en un área contigua al sincrotrón actual, en el campus del Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), también en Campinas, Sirius entrará en actividad en 2019.

Este análisis estuvo a cargo de Antonio José Roque da Silva, director del LNLS, en una mesa redonda sobre las grandes colaboraciones científicas, realizada durante la FAPESP Week Buenos Aires.

Este evento, organizado por la FAPESP en colaboración con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), reúne en Buenos Aires hasta este viernes (10/04) a investigadores del estado de São Paulo y de distintas instituciones de educación superior y de investigación de Argentina, con el objetivo de debatir el incremento de la colaboración científica entre ambos países.

“Los investigadores argentinos representan hoy por hoy el 14% del total de una estimación de un 20% de usuarios regulares extranjeros de la actual fuente de luz sincrotrón del LNLS”, comentó Roque da Silva.

“Con el Sirius, el interés en utilizar el nuevo acelerador de partículas por parte de científicos extranjeros, y no sólo argentinos sino también de otros distintos países, tenderá a aumentar en razón de que el nuevo aparato está proyectado para ser muy competitivo a nivel mundial”, sostuvo.

De acuerdo con Roque da Silva, el Sirius será junto al Max 4, en construcción en Suecia, una de las primeras fuentes de luz sincrotrón de cuarta generación en el mundo.

La actual fuente de luz sincrotrón del LNLS es de segunda generación, y los aparatos más modernos que se emplean actualmente en el mundo para producir radiación de alto brillo y amplio espectro –desde el infrarrojo y el ultravioleta hasta los rayos X–, son de tercera generación.

Una de las diferencias entre una fuente de luz sincrotrón de cuarta generación y el actual acelerador de partículas del LNLS es, por ejemplo, la emitancia del haz de electrones, que influye sobre el brillo y la fracción coherente de radiación, comparó Roque da Silva.

Como el Sirius está proyectándose para tener una de las menores emitancias del haz de electrones entre las fuentes de luz sincrotrón existentes en el mundo, la radiación de alto brillo que genera el aparato será mucho mayor. De este modo, será posible realizar una serie de experimentos con materiales orgánicos e inorgánicos utilizando distintas técnicas.

“Hay una serie de experimentos que actualmente es imposible hacer en Brasil, con impactos directos en nanotecnología, biotecnología, biología molecular, fármacos, agricultura y otras áreas, tales como paleontología y arqueología, que podrán realizarse con el Sirius”, estimó.

“Por ser un artefacto con tecnología pionera en el mundo, con mayor brillo y condiciones experimentales de frontera, Sirius tendrá un impacto positivo en lo que hace a atraer científicos de diversas áreas del conocimiento a Brasil y contribuir al aumento de la internacionalización de la ciencia brasileña”, sostuvo.

Debido a su menor emitancia, Sirius operará con una energía de 3 mil millones de electronvoltios (3 GeV), mientras que el acelerador actual trabaja con una energía de 1.370 millones (1,3 GeV), comparó Roque da Silva.

De este modo, será posible estudiar la estructura de materiales más densos, tales como el acero y la roca. Hoy en día es difícil estudiar la estructura de dichos materiales con la actual fuente de luz sincrotrón, en razón de la dificultad que tienen los haces de fotones que emite el acelerador para penetrarlos, explicó el director del LNLS.

“La nueva fuente de luz sincrotrón emitirá fotones con mucho mayor energía, y así abrirá la posibilidad de realizar una amplia gama de experimentos que no es posible hacer con el acelerador actual”, sostuvo.

Un proyecto brasileño

El director del LNLS destacó que Brasil toma parte en diversas colaboraciones internacionales en diferentes áreas, pero el Sirius, a ejemplo de la actual fuente de luz del LNLS, representa uno de los grandes proyectos científicos internacionales en los cuales el liderazgo es genuinamente brasileño.

Todo el proyecto conceptual y científico y también una fracción significativa de la instrumentación y de las soluciones tecnológicas destinadas al mismo están desarrollándose en el país, subrayó.

“La construcción del Sirius ya está en marcha. Esperamos iniciar en 2017 el montaje de los aceleradores, para obtener en 2018 el primer haz emitido por la fuente de luz”, previó.

La FAPESP brinda apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas paulistas interesadas en participar como proveedoras en el proyecto de construcción de la obra.

Argentina también tiene interés en participar en la construcción de líneas de luz en donde se realizarán los experimentos del acelerador de partículas, comentó Roque da Silva.

“Hoy en día, los científicos argentinos participan como usuarios del LNLS mediante un acuerdo con el Conicet que costea su llegada a Brasil”, dijo. “Pero existe un interés de la comunidad científica argentina en participar de la construcción de líneas de luz”, afirmó.

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