La moda que le molestó al poder político
Una revista editada por intelectuales argentinos en 1837 para hablar de “moda y costumbres” fue considerada subversiva, y el gobernador de Buenos Aires la clausuró un año después
Heitor Shimizu, desde Buenos Aires
Agência FAPESP – La Moda fue una revista semanal que apareció en Argentina en noviembre de 1837, que se planteaba hablar de “música, poesía, literatura y costumbres”.
De entrada, al poder político del momento le pareció inofensiva, pues abordaría únicamente temas considerados más amenos. Cinco meses después, el en ese entonces gobernador de Buenos Aires, molesto con las opiniones de sus editores, la clausuró. Con todo, pese a su breve existencia, la publicación tuvo un rol importante en la vida cultural y política argentina.
Quien narró esta historia fue José Alves de Freitas Neto, docente de la Universidad de Campinas (Unicamp), este jueves (09/04), durante la FAPESP Week Buenos Aires.
En el panel de “Historia”, Freitas Neto se refirió a su investigación, intitulada “Del salón literario a la esfera pública: la moda y la actuación de la generación de 1837”, iniciada en la Columbia University, Estados Unidos, con apoyo de la FAPESP mediante una Beca de Investigación en el Exterior.
El estudio de Freitas Neto tiene como objetivo principal la investigación de la esfera pública en la Argentina del período de Rosas con base en el semanario La Moda. El denominado período rosista se extendió, grosso modo, entre 1829 y 1852, cuando la provincia de Buenos Aires fue gobernada, directa o indirectamente, por el general Juan Manuel de Rosas.
La Moda fue publicada hasta abril de 1838, con un total de 23 ediciones. Rosas mandó clausurar la revista, pues consideró que sus integrantes conspiraban contra el gobierno de Buenos Aires.
La revista contó en su equipo ‒o entre sus colaboradores‒ con periodistas y escritores tales como Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez y Rafael Corvalán. Junto com otros nombres como Jacinto Rodríguez Peña, Carlos Tejedor, Carlos Eguía, José Barros Pazos, Nicanor Albarellos, Vicente Fidel López, Manuel Quiroga Rosas y Esteban Echeverría fomaron el grupo que se volvió conocido como la Generación de 1837.
Teniendo como modelo a las sociedades revolucionarias que despuntaban a comienzos de siglo en Europa, la Generación de 1837 fue un grupo de intelectuales muy jóvenes que signó el siglo XIX, según Freitas Neto.
“Tuvieron una contribución fundamental en la sociedad argentina. Quizá no contemos con un parangón respecto a ese impacto en la sociedad brasileña, de un grupo de jóvenes que se lanzó a una aventura de interpretación de su realidad y de planteamiento de cuestiones que se consolidaron en la tradición argentina”, dijo.
Según Freiras Neto, existen pocos trabajos de investigación sobre la revistaLa Moda, que surgió en un momento en que el modelo de los salones literarios –los encuentros de intelectuales de la época– mostraba un agotamiento.
“Las divisiones políticas y las presiones sufridas por el rosismo, por el caudillismo, habían contribuido a la fragmentación de ese grupo de intelectuales. Los aspectos internos también contribuyeron para su disminución: las vanidades de sus jóvenes integrantes o las diferencias de formación entre esos escritores. Pero todos tenían puntos en común, que consistían en interpretar la realidad y discutir futuras direcciones para la Argentina”, dijo.
El investigador subraya que el propio nombre de la revista pone en evidencia una preocupación del grupo por conquistar al público femenino y a los jóvenes.
“Había una estrategia de atracción para que las mujeres y los jóvenes pudiesen aceptar las ideas de sus editores. La Moda debía ser considerada más allá de la superficie, pues era, según ellos, ‘cuando menos procuraba serlo, la aplicación continua del pensamiento de las necesidades serias de nuestra sociedad’”, dijo Freitas Neto.
Esfera pública
Para el investigador de la Unicamp, en las disputas concernientes a la legitimidad y al apoyo a los procesos políticos y sociales de la organización del Estado argentino se ubica un tema fundamental para la historia política, que es el de la opinión pública.
“Importantes trabajos han destacado el papel de este tipo de publicaciones como medio en un escenario de lucha y de participación política, en los debates sociales. Es la discusión más allá de las cuestiones más tradicionales de la política”, dijo Freitas Neto.
“El desempeño de la opinión pública transcurre en diferentes lugares, en calles, plazas, negocios y comercios. El incremento de la impresión de publicaciones en Buenos Aires a partir de 1820, el surgimiento de las sociedades literarias y la práctica de las librerías de promover reuniones culturales indican que se produjo una expansión del espacio político y cultural”, dijo.
De acuerdo con Freitas Neto, el tema de la esfera pública, desde que fue postulado por el filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas, en 1962, planteaba debates sobre otras posibilidades e implicaciones en torno de la historia política.
“Las prácticas políticas y las articulaciones alrededor del poder son pródigas en ejemplos para observar las acciones de distintos actores, de diferentes proyectos y de diversas agendas”, dijo.
“De esta manera, con objetivos explícitos, con una producción corta y un público definido, los editores de la revista pretendían superar las fronteras del restringido club de eruditos y ampliar su audiencia en la esfera pública”, dijo.
La Moda, según Freitas Neto, contenía un conflicto entre el pasado y el presente, y sus autores, además de ser sumamente irónicos, “destacaban el trabajo intelectual como parte de una plataforma necesaria para el cambio social, cultural y económico de la región”.
Entre los aspectos centrales inherentes a la publicación de la revista se encuentran, según el investigador, “una crítica a la herencia española en la lengua y en la cultura de Buenos Aires; la discusión sobre el lugar de los jóvenes y de las mujeres en la República Argentina; la paradoja de la participación popular, especialmente para las mujeres, en un momento en que la política fluctuaba entre la permanencia de una tradición y los legados revolucionarios, y por último, el aspecto de la actividad intelectual y la falta de espacio para la vida intelectual en Argentina, según decían los autores”.
El panel “Historia” de la FAPESP Week Buenos Aires contó con la participación ‒junto a Freitas Neto‒ de Patricia Funes, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, quien se refirió a experiencias y perspectivas de la investigación y de la enseñanza de Historia en América Latina.
Otro panelista fue José Luis Bendicho Beired, profesor adjunto de la Facultad de Ciencias y Letras de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) en el campus de la ciudad de Assis, quien abordó el tema “La historia de Argentina y de América Latina: el desafío de la investigación realizada en Brasil”.
Como cierre del panel, Dora Barrancos, directora de Ciencias Sociales y Humanidades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), disertó sobre “Historia, género y sexualidades”.