Empieza este año la construcción del observatorio del megatelescopio GMT

FAPESP Week Buenos Aires

La ceremonia de colocación de la piedra angular de equipamiento gigante que se instalará en los Andes chilenos se concretará a comienzos de noviembre

Elton Alisson, desde Buenos Aires

Agência FAPESP – A comienzos del mes de noviembre próximo, el consorcio internacional Giant Magellan Telescope (GMT) empezará a construir el observatorio y la estructura mecánica del megatelescopio que se instalará en los Andes chilenos.

El anuncio se concretó en el marco de una mesa redonda sobre grandes colaboraciones científicas este miércoles (08/04), durante la FAPESP Week Buenos Aires.

El evento, organizado por la FAPESP en colaboración con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), reúne en Buenos Aires, y hasta mañana viernes (10/04), a investigadores del estado de São Paulo y de distintas instituciones de educación superior y de investigación de Argentina, con el objetivo de discutir el incremento de la colaboración científica entre ambos países.

“La parte óptica del telescopio empezó a fabricarse antes de que empezara la construcción del observatorio. El primer espejo óptico, de 8,4 metros, ya está listo, otros dos están siendo lijados y pulidos, y ahora se fundirá el vidrio del cuarto”, declaró João Evangelista Steiner, docente del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo (IAG-USP), a Agência FAPESP.

“En tanto, la construcción del edificio y de toda la estructura mecánica del telescopio no podía empezar mientras no se contase con los recursos suficientes como para asegurar la construcción del telescopio, y estuviesen listos y operativos cuatro espejos, como para iniciar las observaciones”, dijo.

De acuerdo con Steiner, los recursos para el proyecto se completaron con la adhesión de la FAPESP al consorcio internacional, a finales de 2014.

La FAPESP destinará 40 millones de dólares al proyecto, lo que equivale a alrededor del 4% del costo total estimado. Esta inversión les asegurará un 4% del tiempo de operación del GMT a trabajos a cargo de científicos de São Paulo, además de un asiento en el consejo del consorcio.

La participación de los científicos del estado de São Paulo en el GMT se concretará en los mismos moldes de la colaboración en los observatorios Gemini, cuyas operaciones empezaron en el año 2000, con dos telescopios “gemelos” ‒uno en los Andes chilenos y otro en Hawái‒, y el Southern Observatory for Astrophysical Research (SOAR, por sus siglas en inglés), inaugurado en 2004.

Brasil cuenta con un 6% de participación en las observaciones del Gemini, cuyos telescopios tienen espejos principales de 8,1 metros de diámetro. En el SOAR, con su espejo de 4,2 metros de diámetro, la participación brasileña llega al 30%.

“El aumento de la cantidad de artículos publicados por astrónomos brasileños en los últimos años tiene una relación directa con su participación en el Gemini y en el SOAR”, dijo Steiner durante su disertación en el evento.

“Estuvimos estancados durante casi una década en términos de publicaciones de artículos científicos y de formación de magísteres y doctores en el área. Pero, cuando el Gemini y el SOAR entraron en actividad, ambos indicadores crecieron a un ritmo bastante significativo”, afirmó.

El GMT

El GMT estará instalado en el Observatorio Las Campanas, en la región de Atacama, en la Cordillera de los Andes, cerca de la ciudad chilena de Vallenar, una zona privilegiada para la realización de observaciones astronómicas, habida cuenta de su altura de más de 2.500 metros, por la oscuridad del cielo del hemisferio Sur y por su clima seco.

Los aparatos les permitirán a los astrónomos investigar la formación de estrellas y galaxias en el momento posterior al Big Bang, medir la masa de agujeros negros y mapear el ambiente de sus alrededores. Con el GMT se podrán descubrir y caracterizar planetas en torno de otras estrellas, con posibilidad de detectar exoplanetas similares a la Tierra, y estudiar la naturaleza de la materia y de la energía oscura.

El telescopio usará siete de los mayores espejos ópticos que ya construidos hasta la actualidad para formar un único telescopio de 25,4 metros de diámetro. A su vez, se emplearán potentes láseres para medir y corregir las distorsiones inducidas por la atmósfera de la Tierra y producir imágenes de objetos celestes lejanos con una claridad sin precedentes.

El área recolectora de fotones será cien veces mayor que la del telescopio espacial Hubble, y la nitidez de las imágenes en el infrarrojo será diez veces mejor.

Las operaciones científicas en el telescopio comenzarán en 2021, y ampliarán alrededor de 30 veces el volumen de información accesible a través de los telescopios que actualmente se encuentran en operación.

“Cuando comience la construcción del observatorio, se efectuará una llamada a la presentación de propuestas para la fabricación de la cobertura del telescopio, una estructura enorme que llevará 4 mil toneladas de acero y deberá ser muy bien proyectada”, dijo Steiner. “Existen empresas brasileñas que han manifestado interés en construir esa estructura”, comentó.

Los científicos brasileños también participarán en el desarrollo de algunos de los instrumentos científicos que se utilizarán en el observatorio.

“Hay una serie de paquetes tecnológicos de los que podremos hacernos cargo, y que abarcan tecnologías muy propias del sector aeroespacial. Estamos mapeando los paquetes tecnológicos de interés y contactando a algunas empresas interesadas”, comentó.

Además del GMT, existen otros dos proyectos de telescopios gigantes que se están desarrollando a nivel internacional: el European Extremely Large Telescope (E-ELT), coordinado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), y el Thirty Meter Telescope (TMT), administrado por el California Institute of Technology y por la University of California.

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